Conversamos con Edna Liliana Valencia Murillo y Mary Ruiz sobre maternidad, responsabilidad y dificultad de la misma en según qué ámbitos, como los medios de comunicación; sobre la historia única europea que permea todo, hasta los cánones de belleza, y que dificulta encontrar buenos productos de belleza y profesionales especializados en el maquillaje de las pieles negras; sobre la reivindicación, cada vez más consciente en todas las partes del mundo, de las mujeres afro por lucir sus cabellos naturales y de la realización de un test que les ha permitidos a ambas conocer y acercarse más a sus orígenes.
Entrevista realizada por Lamine Thior y Laurent Leger Adame, con la colaboración especial de Fatou Thior. Revisada en edición final por Elena García.
Lamine: Mary, tienes una energía impresionante y transmites una fuerza increíble en el escenario. ¿Cómo pretendes llevar el tema de la Red Bull con el baby que ahora vas a tener?
Mary: Bueno, en realidad, cuando vuelva la Red Bull, yo ya habré sido mamá. Entonces, en principio, igual que antes, pero con un pequeñajo espero que cerca del escenario para poder estar pendiente de él también. Viví La Internacional estando bastante embarazada y, si tienes un buen embarazo y no tienes ninguna restricción médica, no tienes por qué tener ningún problema para mantener tu vida laboral. Hay bastante confusión todavía y muchas veces se sigue considerando el embarazo casi como si estuvieras enferma y no es el caso para nada; salvo que tengas una prescripción médica de que tienes un embarazo de riesgo, claro.
Lamine: Le traslado entonces la pregunta a Edna, ¿tú crees que en los medios de comunicación se tiene mucho en cuenta y afecta el tema de si una mujer se va a quedar embarazada?
Edna: Sí, yo pienso que, en términos generales, al menos en Colombia, las mujeres que trabajamos en medios de comunicación muchas veces nos demoramos mucho en establecer una construcción de familia o sencillamente no lo hacemos. Yo cumplo ya 36 años dentro de poco, no estoy en ese proceso y mi carrera en la televisión ha tenido mucho que ver porque llevo, o llevaba, los últimos 10 años dedicada 100% a ello. Esto supone levantarse a las 3h de la mañana, trabajar desde las 4h, a las 4:15h tener ya la pestaña postiza y los kilos de base de maquillaje… Y después hasta las 12h de la noche, sábados, domingos y festivos. Y, bueno, como toda pasión que una tiene en la vida, acaba convirtiéndose en una prioridad. Además de eso, sí hay que decir que los empleadores cada vez más están contabilizando el tiempo y piensan que si contratan una mujer joven, entre 25 y 35 años, seguramente se va a quedar embarazada y les va a tocar pagar toda la baja de maternidad y tener que contratar además otra persona; por lo que sienten que, si contratan a una mujer, les va a tocar perder plata. Ahí vemos cómo, además de que a las mujeres nos pagan menos estructuralmente en el mundo entero que a los hombres, los jefes consideran que supone un costo más elevado y eso nos quita oportunidad de trabajo muchas veces. Sin embargo, ningún medio de comunicación ni ningún área de la sociedad funciona sin mujeres, pero si hay una apelación porque digamos que un hombre les sale más barato a cualquier empresa, ¿no? Ese sí es un tema que se da mucho.
Lamine: Mary, ¿tú qué opinión tienes respecto a esto? ¿Cómo se vive en España?
Mary: En mi caso, me he quedado embarazada con 41 años. O sea que, ¡imagínate lo que lo he postergado! Al final, incluso nosotras mismas también nos cuestionamos si se nos va a tener en cuenta una vez que seas mamá o ya estando embarazada, sobre todo a nivel medios de comunicación. Cómo esa imagen, por ejemplo, en televisión, se puede mostrar sin que a lo mejor seas el prototipo de lo que se estaba mostrando antes. Siempre estás un poco con ese miedo, sobre todo siendo autónoma. Yo, de hecho, me he lanzado, en plan: “Bueno, mira, lo voy a hacer y veremos qué pasa”. En mi caso, tardé en anunciarlo porque estaba pendiente de un trabajo con una gran empresa, finalmente lo anuncié y el trabajo no salió. No sé si estaría relacionado o no, pero es verdad que todavía queda normalizarlo muchísimo más y, sobre todo, darle más oportunidades a las mujeres que decidan ser madres porque pueden perfectamente trabajar. Hay un miedo, un estigma, que ya se debería de quitar porque me parece una excusa más para invalidar a las mujeres.
Fatou: Me perdonáis, porque estoy acostumbrada a que siempre antes de todo lo que digo, digo: “¡MachAllah!” Pregunto como una madre que soy. Hoy en día vosotras tardáis mucho en tener niños, en ser madres, ¿qué pensáis de esto?
Edna: Hay diferentes factores por los cuales la maternidad se está postergando cada vez más. Uno me parece que tiene que ver algo positivo y es que “los 40 son los nuevos 30”. Las mujeres estamos cada vez más jóvenes, como tú dices. Yo voy a cumplir 36 años, pero estoy en un momento de mi vida en el cual me siento súper joven, súper activa. Todavía quiero viajar, voy a empezar una Maestría, tengo nuevos retos profesionales… Tal vez antes una mujer a los 40 ya estaba un poco más en la casa, a los 50 podías hasta tener nietos, pero hoy a los 30, a los 40, a los 45, estamos todavía súper jóvenes. Eso es un elemento. Por otro lado, la mujer está cada vez más soñando con la independencia, con hacer ciertas cosas antes de dedicarse a la maternidad y, cuando ya es el momento de ser madre, es un momento mucho más consciente. Hay que decir que en América Latina o en el continente africano hay un alto índice de maternidad adolescente todavía hoy y no podemos ignorar ese hecho. Pero las mujeres que hemos logrado tener un nivel de profesional más desarrollado, estamos cada vez más con más ganas de crecer, de dejarle un legado al mundo más allá de la maternidad. Que me recuerden por algo como periodista, como profesional, no solamente por el hecho de ser madre. Eso tiene la ventaja de que cuando ya decides finalmente ser mamá, es una cosa mucho más consciente, mucho más aterrizada. Ya cumpliste muchos de tus sueños y tienes más que darle a esa persona que traes al mundo. No es que soy mamá como por casualidad, sino que tengo algo para dejarle a este ser que voy a traer al mundo, si es que decido traerlo, porque muchas tal vez decidimos que ya no. Yo estoy en el limbo, tratando de decidir si me meto a formar familia o no. No estoy 100% convencida. Muchas ya sabemos que no tenemos que ser mamás para realizarnos como mujeres, es una opción no tener hijos, una opción cada vez más válida para nosotras hoy en día.
Mary: Sí, coincido con Edna en ese sentido. Ha cambiado mucho la sociedad y también el hecho de que la mujer también pase mucho tiempo fuera de casa, trabajando, papel que antes se relegaba más al hombre, hace que te apetezca vivir la vida, viajar, realizarte profesionalmente, crecer como persona, como mujer. Yo no es que fuera algo que tuviera como una meta, o sea, a mí me ha venido un poco circunstancial porque, bueno, me ha sorprendido estar muy enamorada de una persona con la que me apetece crear una familia, pero no era algo que yo tenía como única meta en la vida. Es verdad que para las mujeres hay algo que está ahí, que es el reloj biológico y es que, en algún momento, nos toca decidir, pero para mí, hasta hace nada mi vida era también perfecta sin hijos. Creo que esto cada vez pasa más, pero a mí no me parece negativo, al revés, me parece positivo. Como también ha dicho Edna, somos muy conscientes, una vez que decidimos que queremos ser madres, de lo que realmente queremos construir y cómo, de qué legado queremos dejar a nuestros pequeños. No es simplemente algo con lo que tienes que cargar y no sabes hacerlo muy bien, o te quitas otras cosas de la vida para poder llevar adelante, sino que simplemente dices: “Oye, pues yo quiero educar a un pequeño ser en los mismos valores que yo tengo o dejar a alguien que pueda continuar con un estilo de creencias y de forma de vida que a mí me ha resultado muy bonito”. En ese sentido, a mí me parece realmente positivo que tengamos hijos siendo más mayores.
Lamine: Edna, felicidades porque a “Encanto” le han concedido el Golden Globe a mejor película de animación. En ese aspecto, ¿cuál ha sido tu contribución en la película?
Edna: Tuve la gran responsabilidad y la grandísima oportunidad de ser la consultora de la representación afro de la película. Como muchos de ustedes saben, es una película inspirada en Colombia de Walt Disney, la número 60. Primero, les cuento rápidamente que Walt Disney me buscó a mí, jamás en la vida se me había ocurrido enviar un curriculum a Disney, casi que a nadie en el mundo se le ocurriría eso. Sencillamente ellos me buscaron cuando estaban conformando el equipo de confianza cultural de la película y, efectivamente, les ayudé a diseñar los personajes afro de la película, a representar a las diversas poblaciones afrocolombianas, porque la afrocolombianidad es diversa, no somos una masa homogénea, hay varias regiones, varios acentos, varios tipos de música… Eso es lo que estuve haciendo y el resultado me tiene muy contenta. Por ejemplo, por primera vez en una película de Walt Disney aparecen todas las texturas de cabello, nunca había pasado que los diferentes tipos de rizos, desde el cabello más liso hasta el más afro, apareciesen en una película. Además, de esto, que el referente de inspiración sea mi país, un país que se caracteriza por su diversidad, es hermosísimo. También vemos que todas las mujeres que salen tienen diferentes tipos de contextura física, unas de talla más grande, otras más delgadas, otras más altas, rompiendo estereotipo de la princesita Walt Disney rubia y de ojos azules y poniendo también presente esa diversidad colombiana que ha sido tan invisibilizada. Muchas veces, en la misma España a mí me han dicho: “No, pero en Colombia no hay negros”. Bueno, también hay que decir que incluso acá también la gente cree que en España no hay negros. O sea, los afros estamos muy invisibilizados en el mundo entero, pero incluso en Senegal, Lamine, en tu país, me han dicho que no hay negros en Colombia. Entonces, me parece fundamental que estamos viendo a la comunidad afrolatina, a partir de mi país, y que el trabajo de representación ha sido súper bien recibido. Se han vuelto virales en el mundo entero fotos de niños afro viéndose por primera vez en una película de Walt Disney. Para mí, que crecí jugando con barbies rubias de ojos azules, soñando con ser como la sirenita, blanca y pelirroja, y sintiéndome fea, me parece fundamental ese referente que le ha servido no solo a los afrocolombianos, sino a todos los niños. Por último, por fin una narrativa de Colombia distinta al narcotráfico, distinta a los prepagos, a la prostitución. No más Pablo Escobar. Por fin una visión que refleja un poco el conflicto armado del país, pero que deja un referente muy positivo de Colombia para las nuevas generaciones.
Laurent: A mí de “Encanto” me ha gustado mucho cómo ha tratado el mestizaje. Recuerdo que, dentro de la misma familia, el padre era totalmente negro, la madre blanca, pero cada uno de los hermanos tenían distintas tonalidades de piel. Eso me recordó también mucho a la Isla de La Reunión, donde se da más o menos la misma mezcla de etnias. Allí también dentro de una misma familia, ves diferentes tonalidades. ¡Eso me encantó! Yo soy más claro y mi hermano más oscuro y hay gente que no lo entiende. El mestizaje es así y eso lo ha conseguido mostrar “Encanto” de una manera espectacular. Para que mi hijo y el tuyo, Mary, vean y aprendan también cómo es el mestizaje.
Mary: Exacto, sí, sí. Cuando eres mestizo, en cierto modo, te sientes un poco en tierra de nadie. En mi caso, he crecido sin conocer mi origen paterno, aunque lo he descubierto ya por fin este año. Ya sé de dónde es, pero no lo sabía, luego te cuento porque es muy fuerte lo que me ha pasado este año. Pero, bueno, en mi caso, yo me he criado siempre con una madre española y todo mi entorno y amigas han sido siempre españolas. No sabes muy bien a dónde agarrarte y cómo explicar a veces de dónde eres o de dónde vienes. Hay que normalizar también muchísimo más el mestizaje y las muchas maneras de ser mestizo, tanto en España como en todos los países del mundo.
Edna: Estoy totalmente de acuerdo con lo que ha dicho Laurent y me parece que fueron grandes logros de la película. Yo también soy de una familia como esa y lo hablaba mucho con los directores, les decía: “Así es mi familia, yo tengo primos de todos los colores, tíos de todos los colores, mi abuela es blanca, mi abuelo era negro…”. En Colombia le llamamos mestizo a la gente blanco-mestiza, yo en Colombia no sería mestiza ni mi mamá tampoco, yo soy afro, yo soy negra. Mestizos son esta gente de piel blanca, pero que evidentemente no son arios ni caucásicos ni europeos nórdicos. En Colombia hay mucha gente de piel clara y cabello oscuro y se entiende que son descendientes de español con indígena o con africano, que son producto de la mezcla del mestizaje. Se llama mestizo a alguien así, pero aquí, en Colombia tanto tú, Mary, como yo somos negras, aunque tengamos una abuela o una mamá blanca en el caso de ambas. Eso ha sido muy lindo porque estamos demostrando que las familias son multiculturales, estamos normalizando las relaciones interraciales. Aunque yo soy muy partidaria del amor afro centrado, considero que es muy importante que los niños tengan referentes de que es hay matrimonios de gente blanca con gente negra, pues como cuando yo era pequeña se decía: “Tú, negrita, te casas con el negrito. Tú, rubiecito te casas con la rubiecita”. El asunto es que se van rompiendo esos paradigmas de la monocromía de la familia. Eso son cosas que valen muchísimo para nosotros como comunidad, como africanos y afro y gente de la diáspora en el mundo entero.
Fatou: Mi hija mayor, la hermana de Lamine, y su novio viven en Colombia. Yo, que llevo muchos años en España, a todos los colombianos que conozco son de piel blanca, así que pensaba que en Colombia no había negros. Cuando me dijo Lamine que en Colombia había gente afro, me quedé sorprendida… Por un lado, Edna, como se dice en Andalucía: “¡Chapó!” porque lo has hecho muy bien asesorando en la película. Por otro, pregunto: ¿Cómo se ve allí tu pelo afro?
Edna: Bueno, en Colombia estamos en un proceso muy lindo, que también creo que puede ser ejemplo para muchos países de Europa y del continente africano, y es que estamos cada vez más reivindicando nuestro cabello afro natural. Por supuesto, la mayoría de las mujeres siguen laseando (alisando) su cabello, incluso aplicando cremas en la cara para aclarar la piel, pero cada vez somos más las que estamos trabajando para que eso cambie en países como Brasil, Colombia, República Dominicana… Cada vez somos más las mujeres que llevamos nuestro afro natural y justo esto se refleja en “Encanto”, porque varias de las de las integrantes de la familia tienen diferentes tipos de rizos y eso permite que las niñas afro podamos vernos reflejados en estas narrativas y estoy segura de que eso va a ayudar. Pero, en términos generales, en Colombia ves muchas mujeres con el cabello laseado o con extensiones, pero se ve también ya esa semilla de la identidad africana cada vez más fuerte, porque es lo que somos: africanas de la diáspora. Dando ejemplo de que nuestro cabello es hermoso, es profesional y no tenemos nada que ocultar de él. Sentirnos hermosas tal y como somos es un poder que no podemos dejar que nos quiten.
Fatou: Yo casi llevo 30 años en España y voy vestida, tanto invierno como en verano, con mi turbante y mi vestido africano. Vaya donde vaya, voy vestida igual que me estás viendo. Mis niñas, allí en Inglaterra, mis hijos y también las otras niñas, también de Senegal, están luchando mucho para que se dejen de alisar el pelo. Las madres nos echamos crema para blanquear y no debemos hacerlo, porque esto se ve como un complejo. O cuando compramos juguetes blancos, por ejemplo, la Barbie a las niñas, se muestra que hay todavía un complejo con la piel. Lamine decía de pequeño: “Mamá, quiero ser blanco porque me están diciendo cosas” y yo decía: “Ven”. Cogía muchos cartones de leche, lo metía en la bañera y le decía que así se iba a quedar blanco. (RISAS)
Lamine: No sé de qué está hablando… (risas). Mary, ¿tú has sentido esa presión con respecto al tema del de tu pelo afro natural aquí, en España?
Mary: Yo siempre he llevado mi cabello afro natural porque mi madre era blanca, española, y no sabía tratar mi pelo, era un desastre en ese sentido. Por eso yo nunca me lo he alisado, nunca, ni con productos ni con nada, siempre he llevado mis rizos. Es verdad que crecí siempre, como comentaba Edna, con la sensación de la falta de referentes hacia otros tipos de cabello. De pequeña, te quieres ver en los dibujos y a menudo te encantaría tener el pelo largo, porque ves que tus compañeras lo tienen mucho más largo que tú y liso y querrías tenerlo así. Esa necesidad sí la sentía porque, al final, ser diferente cuando eres niña y más en los años 80, siempre causa un poco de choque. Pero también es verdad que yo siempre he apostado por mi cabello afro natural. También he notado que, desde hace unos años, sobre todo a nivel publicitario, ha cambiado mucho la perspectiva. Se ven muchísimos más cabellos afro, se ven muchísimos más perfiles, muchos más roles también en los anuncios, y eso es algo que me parece que se tiene que hacer, tanto en publicidad como en ficción. En ficción debería de haber muchísimos más roles de muchísimas más etnias, porque, al final, los niños que crezcan en el futuro se van a ver reflejados en todos los tipos de personas que salgan. Creo que se está empezando a abrir esa puerta. “Encanto” es un buen ejemplo y algunas series en España donde ya empieza a haber algunos personajes no tan encasillados en los papeles de siempre: prostituta y mantero.
Lamine: ¿Cómo lleváis la presión o no de ser referentes para miles y miles de personas?
Mary: Yo tampoco lo pienso tanto, sí pienso quizás en una cierta responsabilidad a la hora de transmitir cosas en mis redes, sobre todo porque me siguen chavales muy jóvenes también y por la manera en la que yo considero la vida y que a las cosas me gusta añadirles un toque de cierta justicia, que muchas veces no lo veo en Instagram. Cuando llegas a esto de las batallas de freestyle, que es un terreno donde a lo mejor no hay tantas chicas y, encima, como hostess, como afrodescendiente y como todo. Tú lo haces porque te gusta, porque quieres, porque luchas por ello, pero, a lo mejor tampoco habías pensado en llegar a convertirte en un referente. Hay muchas chicas que se identifican con eso y me han escrito para decirme que quieren participar en batallas o que también quieren formar parte, aunque no sea rapeando, pero sí que pueden perfectamente ser DJ, jurado, un montón de cosas… Eso me ilusiona un montón, sobre todo que cada vez haya más chicas que se animen en el terreno de las batallas. Y les digo que tiene una parte muy bonita, pero también ha tenido una parte de vivir muchísimo hater y un nivel de exposición muy grande, que a veces se hace un poco cuesta arriba. Pero, aun así, yo no lo cambiaba por nada, está siendo un viaje emocionante, alucinante. Gracias a las batallas, he podido viajar hasta Colombia, me ha hecho conocer mundo y a un montón de gente.
Edna: Yo disfruto mucho, lo disfruto mucho porque en mi caso siempre ha sido un proyecto muy consciente. No podría decir que no sé en qué momento me convertí en un referente o que nunca me lo propuse. No es que lo busqué, pero cuando me empecé a dar cuenta que estaba ocurriendo, lo recibí con muchísima conciencia. Cuando fui, por ejemplo, la primera presentadora de noticias de América Latina en presentar con el cabello afro natural, fui muy consciente de lo que estaba haciendo. Cuando me pusieron en el set de noticias, le dije a mi jefe que lo hacía únicamente si era con mi cabello natural, porque yo no me iba a sentar ahí a reproducir estereotipos de blanqueamiento desde un set de noticias de un lugar tan visible como lo era RCN acá en Colombia. Entonces, yo me lo vivo, soy consciente que cada cosa que pongo en las redes es un ejemplo para muchas personas, eso me lleva a un nivel de disciplina personal bastante fuerte. Soy una persona bien disciplinada en mi vida personal, además de ser una referente del tema afro y estar también en constante aprendizaje, para poder decir siempre algo nuevo y no estar repitiendo las mismas 3 palabras y conceptos. También eso me ha llevado a muchas deconstrucciones a nivel personal. Me levanto temprano para hacer ejercicio, casi no tomo licor, porque acá, en Colombia, yo no quisiera que pasara que algún día una de mis seguidoras me encontrara con dos tragos de más en un bar. Me cuido mucho de ese tipo de cosas, porque muchas son niñas, chicas más jóvenes que yo, y entiendo que ser un referente es una responsabilidad muy grande. Lo llevo con agrado, responsabilidad y disciplina y espero, ahora que salí de la televisión, que renuncié al canal en el que estaba trabajando, ser una referente mucho más impactante por ser yo y no por el empleo que tenga. Ya no es como “Lidiana Valencia, la presentadora de RCN, la presentadora de France 24, la consultora de Walt Disney”, que está maravilloso, pero, sobre todo, quiero ser “Liliana Valencia”. Que sea yo, la persona, el nombre mi historia personal, la que se convierta en ejemplo más allá del empleo que tenga o que cuente o no con el respaldo de una marca. Por eso quiero sacar mi libro, por eso mis redes las quiero llevar más lejos y quiero tener mi podcast. Para plantear preguntas, más que respuestas, porque yo no lo sé todo, ni mucho menos. Pero sí quiero plantear muchas preguntas a esta sociedad.
Lamine: Esta pregunta me la plantea mi madre: ¿De qué os sentís más orgullosas en este punto de vuestra vida?
Edna: Yo me siento muy orgullosa del trabajo que hice en “Encanto”, trabajar con Walt Disney y ser la primera mujer negra colombiana que lo hace, ensalzando la diversidad de mi país en una película que está llegando a nivel mundial. Hoy en día ese es mi máximo.
Mary: Yo estoy muy feliz de haber conciliado tanto lo profesional como lo personal al nivel donde yo lo quería tener. A nivel profesional, sorprendentemente, los años de pandemia han sido años de grandes alegrías para mí. He tenido la oportunidad de presentar en la Televisión pública un programa yo sola. También he sacado mi libro, he estado ahora trabajando con Disney en México para una cosa que sale este año. Después de muchos años intentando, años de golpearme contra un muro, por fin, han florecido muchas cosas bonitas. Y he podido dar un puñetazo en la mesa, por lo que, a nivel profesión, me llena muchísimo de orgullo el punto en el que estoy ahora. A nivel personal, me alegro también mucho porque ahora mismo tengo un grupo de amigas y de amigos cercano, que no es muy grande, pero son muy de verdad. Gente a la que quiero y admiro muchísimo. Además, ahora tengo un compañero de vida que comparte las formas de vivir y de entender la vida igual que yo. Tengo una vida dentro de mí, a la que voy a enseñar a viajar, a recorrer el mundo, a probar sabores diferentes… Estoy muy ilusionada y orgullosa de haber podido conciliar estas dos facetas. Me siento muy plena y feliz, en una etapa muy bonita.
Edna: Yo quería proponer una pregunta que podemos responder las dos, Mary, que nos cuentes un poco de tu origen africano y esto que descubriste, ¿te acuerdas que dijiste que nos lo ibas a contar?
Mary: Bueno, tampoco me quiero extender mucho. Mi chico me regaló un test de ADN, me salió a través de esa aplicación que tengo una hermana que vive aquí, en Madrid. ¡Flipa, increíble! Le escribí a través de la aplicación, finalmente me contestó, hemos quedado, tenemos otra hermana más mayor en Alemania, con dos niños y tal. Y, bueno, pues estamos creando familia. Ellas sí que conocían a mi padre, que es de Burkina Faso. De repente he podido encontrar respuestas a algo de lo que durante toda mi vida no las he tenido. A mi padre, de momento, no le conozco, ya veremos si se da o no, pero estamos creando unos lazos superbonitos. En Navidades quedé con las dos, porque vino también la de Alemania. La de España, que vive en Madrid, nos invitó a su casa. ¡Flipa! Lo sé, es como de peli de Antena 3 después de comer. Es fascinante el universo. Yo nunca la había buscado, porque yo me había criado bien aquí. Mi madre siempre me ha dado muchísimo amor, mucho cariño y yo me he sentido siempre muy querida. Tampoco había tenido nunca la curiosidad de buscar activamente esto, realmente yo me hice el test para saber un poco más qué sangre corría por mis venas: si más latina o más de alguna parte de en concreto de África o qué podía salir. Y, de repente, tengo dos hermanas súper guay, que son listísimas las dos, guapísimas, además. No le puedo pedir mucho más a la vida.
Edna: ¿Tu creciste como hija única?
Mary: Sí, como hija única y mi madre era madre soltera. Murió hace muchos años, entonces, ya nunca le pude preguntar sobre mi padre y por eso nunca he sabido nada.
Edna: Una familia nueva, ¡increíble! Con sobrinos y todo.
Mary: Con sobrinos.
Lamine: Edna, ¿tú te hiciste el test para averiguar dónde se encuentran tus orígenes?
Edna: ¡Mi historia no es tan interesante comparada con la tuya! Yo me hice el test el año pasado, mi papá es negro y los test que hicimos son de línea genética materna, entonces tuvo que realizar el test un tío de mi mamá, es una cosa un poco exótica. En todo caso, el resultado salió en dos países: en Sierra Leona, del pueblo limba y el pueblo mambe. Además, a mi primo Antumi Toasijé, que muchos de ustedes le conocerán, le salió también por el lado de Sierra Leona, aunque a él le salió por el lado de su madre. Y, por el otro lado, me salió en Gabón, del pueblo bakele. Aunque tal vez mucha gente no aspira a la ciudadanía de Sierra Leona, con el test genético puedes pedirla, así que esta empresa también ayuda a la reagrupación familiar.
Sobre ellas.
Mary es madrileña, mestiza y está a punto de ser madre por primera vez. A través de mucho esfuerzo y sacrificio ha conseguido ganarse un nombre propio dentro del programa “Red Bull Batalla” donde ejerce como referente para muchas otras mujeres y chicas jóvenes que están empezando o quieren hacerlo. Además, durante los últimos años ha sacado un libro y presentado en soledad un programa en TVE.
Edna es colombiana, ha trabajado durante los últimos 10 años en varios medios de su país e internacionales y ahora ha decidido emprender un camino más personal. Va a sacar un libro, quiere crear un podcast y dar un impulso nuevo a sus redes sociales. Además, ha sido la consultora sobre diversidad de la población afrocolombiana para la película “Encanto” de Walt Disney.